viernes, enero 04, 2008

Sus ojos

Capitulo VIII

- Dime…- se atrevió a hablar, ella le miró muy atenta- Dime, quieres salir de aquí?-

Elo le miró y se largo a reír- habláis distinto-

Se dio cuenta que no estaba siendo cortés con ella, y se avergonzó- lo siento…-

- conozco un lugar en dónde podréis conversar-

- entonces vamos allá-

Salieron del salón sin decir nada, pasaron por los pasillos del palacio, y salieron hacia uno de los patios.

La luna blanca les alumbraba directamente, en el lugar, se encontraban unos asientos de mármol y una gran pileta llena de agua. Árboles rodeaban el lugar y la soledad era demasiado a gusto para el momento.

- Sabias que nos conoceríamos…?-

- no tenía idea…- Ella miró hacía la luna. – y “tú”- sonrió- sabíais que nos conoceríamos?-

- no, claro que no…-

- entonces nos han cogido como dos palomas!!-

- eh?-

- Claro!, por esto me dieron el vestido mas hermoso de Edén!-

- uh?-

Realmente no sabía que decirle, su voz era preciosa, y su comportamiento altamente inesperado, se llenó de alegría al escucharla, no pudo evitar reir largo rato mientras ella le miraba desconcertada.

- Se supone que eso de las mitades es real ¿no?, pero yo no quiero amoríos a la fuerza, además siempre he creído que..-

Ella había hablado bastante rato, solo para rellenar el vacío que provocaban sus nervios, cada palabra le provocaba risa, era como si le hicieran cosquillas con cada palabra. Se le acercó y la abrazó largo rato, ella guardó silencio y se quedó inmóvil.

- Tienes Razón- le dijo al oído- no quiero amoríos a la fuerza, así que siéntete con la absoluta libertad de no volverme a ver-

Elo le miró muy extrañada – yo lo decía por ti Orión-

- y yo por ti- rió.

Ella también rió.